viernes, 10 de abril de 2009

Los 'bullet points' no son malos...

No, no lo son. De verdad. Cuando uno prepara un texto para una entrada de blog, por ejemplo, los 'bullet points' son herramientas fantásticas. Y hasta a la hora de preparar una presentación son muy útiles: nos permiten destilar nuestras ideas hasta su forma mínima, de manera que comprimimos el mensaje y, con un poco de suerte, no matamos de aburrimiento a la audiencia.

¿Por qué se queja tanto, entonces, la gente de los dichosos 'bullet points'? Sencillamente, porque muchísima gente que presenta insiste en... dejarlos ver. Y eso sí es un pecado capital (al menos en muchos casos). Es por eso que me ha atraído la "receta para presentaciones de quince minutos" que presentan en la entrada Doing a 15 Minute Presentation in 10 Easy Steps, del blog The Other Librarian. Resumo, en forma de bullet points, desde luego, los aspectos que más me interesan, con comentarios 'marca de la casa':
  • Doce diapositivas en blanco [es una receta, y como todas las recetas, no es sagrada: pueden valer más, pueden valer menos... se trata de tener un estilo propio]
  • Primera diapo para el título; segunda para marcar la 'agenda' de la presentación; tercera para los tres puntos básicos de la presentación; la última para abrir el turno de preguntas [dar las gracias a la audiencia por habernos dedicado su tiempo tampoco es mala idea]
  • Quedan las ocho diapos que van de la cuatro a la once: estas las podemos rellenar con todos los 'bullet points' que hagan falta [¿!Cómo!? Que sí, de verdad, que los bullet points no son malos...]
¿Qué hemos hecho hasta ahora? Preparar nuestras notas para la presentación. ¿Qué queda por hacer? Esconder las notas y preparar lo que enseñaremos al público. El método sugerido por Ryan Deschamps es interesante:
  • Nos fijamos en cada una de las diapositivas y hacemos el esfuerzo de buscar la palabra a la que se reduce la diapositiva. Una sola palabra. Hecho esto, nos vamos a nuestra fuente de imágenes favorita y buscamos esa palabra, para quedarnos con la foto que sustituirá a nuestros 'bullet points', que copiaremos-y-pegaremos a la página de notas de la diapositiva.
¿Por qué me gusta tanto la receta? En primer lugar, porque permite ponerse a escribir sin plantear retos que son muy complicados si uno no tiene costumbre de hacer presentaciones; en segundo lugar, porque lo primero que hace uno es un borrador de su discurso, que es algo que hay que currarse muy mucho y que, además, al final, siempre se puede entregar a quien no haya podido venir como resumen; finalmente, por el maravilloso ejercicio de síntesis que supone reducir una diapositiva a una palabra (un ejercicio que hay que hacer porque, si no nos sale, es que a la presentación le falta foco).

Ah, y tres cosas más para cerrar: (i) gracias a Carles e Iván por cederme un rato su blog, (ii) gracias a vosotros por vuestra atención y (iii) ¿preguntas? ¿sugerencias?

3 comentarios:

Ivan Basart dijo...

Bienvenido Cesar!!!

Gracias a ti por dedicar un rato de tu tiempo al blog

Anónimo dijo...

o sea que los bullet son lo que conocemos como viñetas o estoy equivocado, gracias por tu tiempo.

Carles Caño dijo...

Efectivamente, "bullet points" = "listas con viñetas", nombre poco afortunado pero es el que se usa en estos casos.