Los lectores de primer nivel se proponen como objetivo saber lo que pasa en una historia y se dejan llevar por donde les conduce el autor. Es el tipo habitual de lectores de obras literarias.
Sin embargo, los lectores de segundo nivel quieren saber cómo se ha escrito el texto, por qué razones nos emociona cierto pasaje, que figuras literarias usa el autor... Os cito parte del texto de Escritura sexy que lo explica excelentemente:
El lector de segundo nivel se pregunta por el cómo. Y con este tipo de preguntas multiplica su capacidad de aprendizaje de la escritura. Este tipo de lector se pone en los zapatos de quien escribe y deja, por decirlo de algún modo, el sofá del lector para saltar hasta la mesa de trabajo del escritor. Este es el tipo de lectura que abre más puertas a los secretos de la escritura. Una lectura consciente. |
En seguida apliqué este concepto de lector de segundo nivel al mundo de las presentaciones. Cuando asistimos a presentaciones en público podemos ser espectadores de primer nivel y estar atentos para captar lo que nos dicen... O podemos ser espectadores de segundo nivel y analizar cómo se plantea la presentación, qué recursos utiliza el presentador, cuales son los momentos de mayor atención por parte de la audiencia, como finaliza la charla, etc.
Es evidente que los lectores de segundo nivel tienen ventaja sobre los espectadores de segundo nivel, pueden leer y releer tantas veces como deseen los textos que analizan. En cambio, un espectador de segundo nivel que vea una presentación en vivo tan sólo tiene una oportunidad para hacer sus análisis. Ir anotando en un ordenador portátil o en una libreta lo que nos llame la atención puede ser una solución a este problema.
Por otro lado, podemos explotar la faceta de espectador de segundo nivel y analizar hasta la saciedad los vídeos de presentaciones que hay en la Red, empezando por ejemplo por la web de TED y sus magníficas charlas de dieciocho minutos. Eso sí, hay que ser crítico y saber encontrar tanto virtudes como defectos ya que no es oro todo lo que TED luce.
En nuestra última entrada, analizamos algunas razones por las que nos cuesta tanto hablar en público. La última de ellas estaba relacionada con la diferencia entre experiencia y práctica. La experiencia implica estar involucrado en una actividad mientras que la práctica implica hacer algo con la intención de mejorar.
Precisamente con la intención de mejorar nuestras dotes comunicativas y aprender a hablar mejor en público es indispensable tomar el rol de espectador de segundo nivel y analizar detalladamente y a consciencia las presentaciones de terceros.
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