miércoles, 20 de mayo de 2009

Tomar conciencia del tiempo de nuestra presentación

¿Porqué hay películas que mantienen un buen ritmo de acción mientras que otras decaen en algún momento?

Los guionistas de cine tienen muy presente cómo gestionar adecuadamente el tiempo total de un largometraje. En general, a partir de un incidente inicial al principio, crean tres o más actos, repartidos a lo largo de la película.

Varias escenas relacionadas forman una secuencia que culmina en otra escena con un impacto menor para alguno de los personajes del film.

Sin embargo, varias secuencias relacionadas forman un acto que termina con algún cambio importante, revelación o revés para alguno de los protagonistas ("Luke, yo soy tu padre").

¿Y qué tiene que ver el cine con una presentación?

Pues mucho. Tenemos un público, queremos transmitir un mensaje o idea y, a ser posible, de forma amena y entretenida.

Cuando preparamos una presentación somos como un guionista de cine. Seguramente sabremos de antemano el tiempo de duración de la misma y por tanto podremos estructurar nuestra exposición en varios actos.

En la imagen anterior se aprecia una línea de tiempo con su inicio, su desarrollo del 1r acto que concluye en el minuto 25, el desarrollo del segundo acto, que acaba en el 40 y el tercero que acaba en el 50. La presentación finaliza 5 minutos después del tercer acto (55).

Tan sólo es un ejemplo. ¡Que cada uno reparta el tiempo como mejor le parezca! Eso sí, teniendo siempre presente que hay que repartir adecuadamente los "momentos clímax" para evitar intervalos demasiado largos y aburridos o un ritmo trepidante que también acabe cansando.

Una técnica consiste en reducir la duración de cada siguiente acto, dando sensación de aceleración e intensidad del ritmo. Fijaos que es lo que he hecho en el ejemplo comentado: el 1r acto dura 25 minutos, el 2º dura menos: 15 minutos y el 3º tan sólo 10.

Con lápiz y papel podemos dibujar una recta y repartir nuestros actos. Incluso podemos plantear varias posibilidades (más o menos actos, distinta duración de cada uno) antes de elegir la línea de tiempo definitiva. Procurad mantener las proporciones correctas de cada intervalo para que gráficamente se vea claramente el que dura más o menos tiempo.


En conclusión, una forma práctica de tomar plena conciencia del tiempo en nuestra presentación es estructurándola de antemano en varios actos. Cada uno de estos actos o secciones debe llevar a un clímax.

De este modo, lograremos mantener la atención de la audiencia desde el principio hasta el final de la presentación.

Si lo hacemos muy bien, quizá ganemos un Oscar a la mejor presentación del año ;-)

Referencias:
Fotografías usadas:
  • Hombre con cabeza de reloj de bearpark@flickr con licencia Creative Commons BY-SA
  • Lápiz y libreta de niznoz@flickr con licencia Creative Commons BY-NC-SA

1 comentario:

Julian dijo...

Hola, no se cómo llegué a tu blog pero ya te tengo en mi Reader.

Muy buenas las recomendaciones.

Un saludo.