jueves, 25 de diciembre de 2008

¿Cuántas diapositivas debe tener una presentación?

Escribo estas líneas sentado en el vagón de un tren bala (shinkansen) que ha salido de Tokyo hace escasos minutos. Cuando entraba en él, he visto a un ejecutivo japonés que abría un ekiben, una caja con comida presentada de forma exquisita, donde no sobra ni falta nada.

Fotografía de kamoda@flickr con licencia Creative Commons by-nc-nd

No he podido evitar pensar que Garr Reynolds, autor de “Presentation Zen”, utiliza a menudo este medio de transporte (vive en Osaka) y también consume este tipo de comida en sus viajes, tal y como cuenta en su introducción.

Permitidme entonces dedicarle estas líneas al señor Reynolds, pues tenía yo pendiente escribir sobre algo que explica en su libro y creo que es un buen momento para hacerlo :)

En dicho libro, Garr Reynolds dedica un capítulo a la preparación de una presentación. Según cuenta, en esta fase es importante:

  • Saber hacerse las preguntas adecuadas
  • Evitar las preguntas erróneas


Nos habla entonces de un hombre al que le han disparado una flecha y empieza a formularse preguntas del tipo: ¿de qué tipo de madera es ésta?, ¿qué personas la hicieron?, ¿cómo consiguieron el color que tiene?, etc. Evidentemente son preguntas que están totalmente fuera de lugar y no van a ayudarle a mejorar su situación.

Pues bien, cuando vamos a preparar una presentación debemos plantear preguntas adecuadas cómo:

  • ¿Cuál es el punto más importante de mi presentación?
  • ¿Cómo será mi audiencia?
  • ¿Cuánto tiempo tendré?


Mientras que otras cuestiones resultaran fútiles y no aportaran nada productivo a nuestro trabajo.

Una de estas preguntas erróneas es “¿Cuántas diapositivas debe tener una presentación?”. Plantear esto implica dar más relevancia a la cantidad que a la calidad. Recordemos que “Do schools kill creativity?”, que es una de las 10 mejores presentaciones de TED, tiene CERO diapositivas.

Algunos ejemplos de presentaciones visuales y efectivas que hemos mostrado en este blog tienen más de 100 diapositivas. Por otro lado, si las diapositivas son recargadas de texto y complejas, 100 diapositivas pueden ser “mortales” para el sufrido público que las reciba.

Del mismo modo, con 10 diapositivas podremos tener un mejor o peor resultado dependiendo de cómo las diseñemos, de lo que digamos durante esas diapositivas y sobre todo de cómo lo digamos.

Así que, a partir de ahora mejor que nos centremos en los aspectos primordiales y evitemos aquellos que no aportan nada relevante. En nuestro ejemplo, podríamos afirmar por una vez que el tamaño (en cuanto a número de diapositivas) no importa ;)


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